lunes, 27 de agosto de 2007

CINE: Caótica Ana


No sé por qué pero cada vez que veo una película de Julio Medem, me voy con una cierta impresión de déja vu. No es que sus películas sean todas iguales. Más bien es algo un poco más allá, algo como "la firma Medem". Esto, que no me pasa con otros directores supongo que es debido a que me siento identificad@ con dicha firma. Así que, por favor, no lo tomen como crítica, ni como alabanza, sino más bien como todo lo contrario. Conste pues, que Medem ha hecho una o dos de mis películas preferidas, entre estas, Los amantes del círculo polar, la cual no me canso de revisitar, y revisitar, y revisitar...

Es curioso lo que provoca Caótica Ana en la gente, o como mínimo, a l@s que estaban en mi sesión. Tuve una impresión muy rara en cuanto se encendieron las luces. Los espectadores se quedaron totalmente callados. Todos. Ni una palabra de gusto ni de disgusto. Mirándose un@s a otr@s, parece que, digo yo, esperando una segunda opinión. O más bien, una primera.

Medem utiliza la caótica mente de Ana, la cual contiene muchas sorpresas sin descubrir, para presentar una historia mucho más grande. Una historia relacionada con la historia y con la humanidad, con las mujeres y con los hombres, con los hombres buenos y con los hombres malos.

Yo, debo reconocer que disfruté de la película. Sin ser una obra maestra, la historia me interesó y me gustó el modo en que se explica. Aunque me pareció una película fresca, también debo decir que me despistó un poco. Hay momentos en que no tenía claro qué me querían explicar. No tenía claro cuál era el objeto de la película. En este sentido, y sólo en ese, la veo un ligeramente difusa.

Los personajes, creo que son bastante creíbles. Me gustó la protagonista, y me sorprendió la cantante Bebe, todo y que (no por culpa de ella) no me gustó mucho su papel. Demasiado feminista, quizás. O demasiado machista. O quizás todo lo contrario. Pero demasiado algo, para mí.

Conclusión: dice Linda (Bebe) que todas las mujeres son unas putas y los hombres unos violadores. No sé, la verdad. Me da la impresión que es algo que se da por hecho en la película y a mí, no me acaba de convencer.

Nota: B (Me gusta y creo que siempre me gustará la poesía de Medem)

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que es un acierto por parte de Julio Medem el poner la escalerilla para subir al barco en la escena en que Ana y su acompañante se bañan en medio del mar. Pero eso ya es otra película...

Unknown dijo...

Ahí ha demostrado usted (y el señor Medem, claro) un conocimiento amplio de los clásicos. No lo negaré.

Anónimo dijo...

a mi no me pareció que se diera por hecho más que para Linda. sin embargo, sí me convenció. no en el sentido literal de "violador" y "puta", claro. si no más bien en el sentido del deseo de posesión y la fuerza bruta de unos… y en el secreto placer de sentirse objeto (de deseo… o no) de las otras.

Unknown dijo...

Bueno, a mi me pareció que se aceptaba la propuesta de Linda porque nadie en la película se la rebatía. Ni siquiera se la discutía mínimamente (quizás un poco Ana, pero sin mucha energía).

Respecto a su interpretación, me parece la correcta, y quizás sí que es cierta, pero no me gustan las palabras que usa.

Y conste que si los hombres no son putas es porque no pueden, porque siempre se les oye decir cosas del estilo "si yo fuese una tía, sería la más puta de todas". ;)

Anónimo dijo...

Si bien es cierto que todos los hombres somos violadores en potencia, queda claro que las mujeres son putas en esencia.

Unknown dijo...

Es evidente que las musas le acompañan, estimad@ evidencia. Pero prefiero la poesía de Medem. ;P