En catalán hay una expresión que me gusta mucho: "la mare dels ous". Ésta indica que se está hablando sobre el origen último (o primero) de algo. En esta entrada me gustaría reflexionar un poco sobre el origen de la crisis. Porque los seres humanos tenemos esa capacidad para ver siempre la paja en el ojo ajeno y no la viga en el nuestro.
Yo creo que la crisis se basa en dos hechos:
- No nos creemos que tenemos el poder: Hace un tiempo decíamos que los políticos hacían lo que querían y que era muy difícil cambiarlo. Luego dijimos que los bancos tenían el dinero y que, claro, ya ni cambiando a los políticos podíamos cambiar la realidad. Ahora decimos que las grandes empresas son las que dominan hasta la política. Pero, ¿es eso cierto?
- En general, somos egoístas por naturaleza: Por desgracia, pensamos demasiado en nosotros mismos y olvidamos "el bien común" y el futuro. Somos cortos de mira.
Y estas dos cosas nos llevan a quejarnos de lo que hacen los banqueros y políticos (básicamente,
ROBAR) cuando las cosas no nos van bien. Recordemos que hace dos años o tres o cuatro o... los políticos y los banqueros hacían exactamente lo mismo. Cobraban lo mismo. Pero nosotros estábamos demasiado preocupados por otras cosas. Nos daba igual. Ahora ya no, claro. Ha llegado la crisis y ellos se salvan: de la misma manera que antes, pero añadiendo un pronombre al verbo: ROBÁNDONOS. Bueno, de hecho, esto ya lo hacían, pero a nosotros nos daba igual. Nosotros estábamos preocupados por comprar pisos que a la larga difícilmente podríamos pagar (eso se llama IRRESPONSABILIDAD); dejar de estudiar a los 16 para cobrar 3000 euros al mes, de los cuales 2000 euros eran libres de impuestos o "en B" (eso también es ROBAR, a menor escala, pero lo es) y gastarlo en coches tuneados carísimos; bajarnos música y películas piratas por Internet (esto también es ROBAR, ¿no?); dejar de comprar en las tiendas del barrio porque en los grandes supermercados y en IKEA todo es más barato (eso no es ilegal pero es una IMPRUDENCIA terrible que ha hundido a muchas familias. Sí, sí, a nuestros vecinos), y sobre todo pasar horas delante de la televisión viendo gritarse a la Belén Esteban o a los forofos (que no periodistas) de algunos programas de fútbol (esto tampoco es ilegal, es IDIOTIZACIÓN ACEPTADA, que es peor).
Este era el plan de banqueros, políticos y poseedores de las grandes empresas internacionales. Y debemos reconocer que nos ha gustado, lo hemos aceptado y lo hemos llevado a cabo a la perfección. En estos momentos tenemos pisos que no podemos pagar, un nivel cultural terrible y una educación que nos lleva a que ahora todo el mundo tenga que reciclarse. Y además, no tenemos ni un p... duro. O euro. O lo que venga.
Y ¿qué es lo peor de todo esto? Que utilizando el hecho numero 2 indicado más arriba (EGOÍSMO) busquemos las excusas perfectas: La culpa es de banqueros y políticos. Y efectivamente, así es. Ellos han robado y mentido más que nadie. Pero no han sido los únicos.
Ahora, un poco de historia (a algunos les vendrá bien): Francia, 1789. Supongo que a algunos les suena: La revolución francesa. Ellos tampoco podían hacer nada, ¿no? Estaban oprimidos. Más que nosotros. Pues explicádselo a los que mandaban por allí en aquella época. Bueno, esta es una opción extrema, aunque supongo (y espero) que no es una opción que estemos dispuestos a llevar adelante.
Y aquí es donde surge el hecho número 1: Nos creemos que no podemos hacer nada. Las revoluciones ya no están de moda (a parte de la primavera árabe, claro) y las guillotinas están ya demasiado oxidadas. Pero entonces, ¿no tenemos ningún poder? ¡Va!, hombre. Tenemos todo el poder (PODER ABSOLUTO). La cuestión es si estamos dispuestos a utilizarlo. Seguro que tenemos ideas para hacerlo. La solución no es votar (en España) a un partido que ha participado (muy) activamente de la situación actual. Un partido (que, como los otros) ha robado allí donde ha gobernado (quizás no en todos los sitios. Alguien honrado debe quedar). La solución va más allá. Yo veo soluciones, pero cuando alguien levanta la voz, le siguen cuatro.
Seguimos teniendo nuestro dinero en sus bancos.
Seguimos votando sus partidos.
Seguimos comprando sus productos.
Seguimos viendo sus programas de televisión.
¿De qué nos quejamos?, entonces. Por ahora, no hemos cambiado nada. Bueno, sí, ahora nos quejamos.
Ahora, ya empezamos a saber quiénes tienen todos los huevos, pero ¿Quién es la madre de los huevos?
P.D. Y ahora me voy a ver
Insisde job, recomendada por @oscar_m para ponerme de más mala leche.
NOTA final: Por si a alguien no le ha quedado claro, no estoy librando a políticos, banqueros y grandes empresas de su culpa. Pero reflexionemos, ¡leñe!