domingo, 25 de marzo de 2007

Nudismo: Yo (primera parte)

Es sin duda más difícil desnudar el alma que el cuerpo. Quizás lo que escribiré no debiera ir en mi blog sino en mi diario, pero como no tengo diario, ¡ahí va! De la gente que lo lea, habrá los que me conozcan y los que no. De todos modos la gente que conoce al autor de este blog, son gente que quiero o aprecio, o incluso las dos cosas, así que espero que valoren mis palabras.

Recordaba hace un rato una canción de Mecano que dice:

... ese algo que soy yo mismo es un cuadro de bifrontismo que sólo da una faz.
La cara vista es un anuncio de Signal, la cara oculta es la resulta...

Esta canción habla de algo que hacemos todos, porque aunque dicen que la cara es el espejo del alma, muchas veces la cubrimos de hermosas vestiduras (o mejor dicho, caretas) para ocultarnos. Eso, lo hacemos todos. Yo, lo hago, y creo que muy bien.

Nunca diría que yo he sufrido en mi vida más que nadie, porque mi sufrimiento es mío y me duele a mí, pero eso es igual para todos. Y a todos nos pasan cosas malas. Y todos sufrimos. Mi sufrimiento no es ni más ni menos, es, simplemente, mi sufrimiento.

Yo, que siempre me defino como alguien que busca la felicidad, y que la va consiguiendo; a veces me pregunto si, como se debatía en los comentarios a una de las anteriores entradas, no me engaño cuando obvio las heridas (que yo creía cicatrices) que el sufrimiento ha dejado en mí.

Quiero ser feliz, pero creo que he sufrido tanto y trabajado tanto por cerrar heridas que quizás he llegado a creer que sólo se es feliz cuando se consigue tapar una más. El problema viene cuando no tengo problemas. Me encuentro quizás fuera de lugar e inconscientemente (hasta hoy) busco problemas donde no los hay, llegando incluso a incendiar mi propia felicidad. Quizás a veces, me sobro a mi mismo, y entonces les sobro a los demás, debe ser o ansia de protagonismo o simplemente miedo a conseguir la felicidad plena. Sea lo que sea, tomo nota, por que si en algo soy especialista es en problemas complejos. Manos a la obra.

Continuará...

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Todos llevamos una máscara. Lo bueno es darse cuenta que la llevas y saberla utilizar. Sacar provecho de ella cuando la necesitas y sabérsela quitar siempre que sea necesario. Es complejo, pero no un problema, no?

Unknown dijo...

El problema de las máscaras viene cuando no las controlas, y te controlan a ti.

Además, siempre tienen el peligro que la gente se pueda sentir engañada, porque no siempre es posible mantenerlas.

Yo, personalmente, intento evitarlas, quizás no con el nivel de éxito que quisiera, la verdad.

Anónimo dijo...

Siempre dije que lo malo de las personas es que siempre intentan ser lo que no son. Pero lo peor es que al final acaban consiguiendolo.

Anónimo dijo...

es la insatisfacción la que nos puede, la necesidad presente de tener algo que nos ocupe...

de Mecano prefiero

pero tuve mala suerte
y cuando iba a remontar
me volvi otra vez humano
no falteis al funeral...


mala suerte? y una mierda, mira que hay que ser gilipollas para estropear lo que se tiene deseando lo que no se puede!!!

tuyalodijiste, tienes toda la razón

Unknown dijo...

Totalmente de acuerdo, hay que aprovechar cuando tenemos suerte, que ya tocará pasarlo mal otro día.

De todos modos, en mi opinión, esto no es tan fácil. Somos un poco "generadores de problemas" por naturaleza.

¡A muerte con ello!

Anónimo dijo...

Bajo mi humilde punto de vista las mascaras no existen, la insatisfaccion es sintoma de debilidad y la mala suerte una excusa.

Todas nuestras acciones son reacciones al entorno y nunca reaccionamos ante impulsos similares de la misma forma porque entre reaccion y reaccion nuestra experiencia ha cambiado. La mascara es, entonces, solo otra faceta de nuestra forma de ser y, por lo tanto, afecta y modifica las demas facetas.

Por otro lado, la infelicidad no es sinonimo de estado de ausencia de felicidad, sino otro sintoma mas de la debilidad humana.
En este punto se me hace necesario plantear otra pregunta: merece la pena buscar la felicidad?
Llegado a un punto en que nos podamos considerar felices podemos, siempre, encontrar argumentos que nos hagan ver que ni somos todo lo felices que creemos ser ni merecemos esa felicidad y debemos trabajar mas.
Juntamos pues la busqueda incesante de la felicidad a la busqueda incesante de la verdad y como olvidarnos de Dios(es) y la busqueda de la riqueza que se nos impone desde un sistema que- si claro que nadie lo quiere y todos lo rechazamos pero ahi esta y sin poder hacer nada al respecto, en el estamos immersos - y asi nos encontramos en una ansiosa carrera hacia lo imposible que impide fijarse en nada.

Total, que entre carrera y carrera yo, con permiso de los demas, prefiero declararme esceptico que gracias a House es lo que esta de moda, a la par que es lo mas sencillo.

Anónimo dijo...

Sólo hay un "escritor" que frecuente este blog que conservando la misma estructura evite las tildes.
Encabeza sus comentarios con diversos "alias".

Hecha esta observación no me queda más que reírme (en el buen sentido, el de señalar con un dedo mientras con la otra mano me aguanto las tripas) al leer el revolucionario comentario previo.

Escépticamente desternillante.


Un saludo.

Anónimo dijo...

La mayor ironía de todas es que la unión todas esas máscaras es lo que nos define como individuos.

No existen ni los alter egos ni los "gemelos diabólicos". Aunque pensemos que estamos llevando una máscara, tan solo estamos siendo nosotros mismos.

Anónimo dijo...

Y la de
"Focas!
son el nuevo imperio
Focas!
tomatelo en serio..."

Esa era chula.

Anónimo dijo...

Estimada revolucion,

tras leer tu comentario veo necesario manifestar (sin acentos) mi desacuerdo con la targeta amarilla que recibio Don Luis recientemente.
Bajo mi punto de vista no deberia haber recibido la targeta por el hecho de insultar sino mas bien por fallar en el insulto empleado, ya que mas que zote deberia haber usado necio (ademas de maleducado ya que es de todos sabidos que no se debe señalar).

Unknown dijo...

Señor/a anónim@, por favor! El hecho que haya escrito grandes obras de la literatura, como El lazarillo de Tormes, no le da derecho a insultar. Autocontrol, señor@s, por favor.