domingo, 4 de octubre de 2009

TEATRO: Fruit


Como de costumbre, me declaro, previa crítica (o más bien humilde opinión), amante del arte en general pero desconocedor e incapaz de realizar críticas más allá de mi corta experiencia como espectador. Conste. Y si bien en el cine se ve con bastante claridad lo que sobra y lo que falta (o eso creo), en ámbitos como el teatro, las casi raquítica oferta (por desgracia) que encontramos, yo la clasifico internamente con un criterio basado principalmente en su grado de atrevimiento.

Fruit es claramente una obra valiente. Por varias razones: porque habla, o puede hablar de la propia persona que la relata; porque sólo hay una actriz sobre el escenario; porque es una obra que depende en gran manera de la interacción y del feeling entre la acriz y el público; y porque físicamente es extremadamente exigente. Extremadamente.

La obra comienza con Eva, justo en el momento que es expulsada del paraíso. A partir de este punto muestra cómo va descubriendo el mundo real, partiendo por su desnudez inicial, repasando sus debilidades propias, aquellas que compartimos todos, y muchas otras cosas más que no os voy a contar. Simplemente añadir que Eva, aunque aun recuperándose de su expulsión del paraíso, consigue conectar en todo momento, transmite constantemente, bien sea mediante la palabra o mediante gestos, o bailes (especialmente). Lo dicho, atrevida, muy valiente.

Conclusión: Todos formamos parte de muchos porcentajes, pero no hay dos de nosotros que coincidan en todos ellos.

Nota: A (muy recomendable [en el teatro Tantarantana])

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